Pasaron años de vaho en la ventana y sigo trazando interrogantes, tela pegajosa que se adhirió al vientre y ahora me crecen ramas secas.
Conjugo este verbo para negar. Niego que en la esquina creciera un árbol. (Yo me guarecía, para que no me tragara el animal dormido en mi esternón, me guarecía, pero entraba con sus ojos lúcidos a devorar mis horas, entraba y yo, conjugo).
No encuentro gramática que defina estas garras.