
La prisa mata, dicen más al Sur. No puedo afirmar que mate pero sí que vacía los actos de sentido, y te impide vivir. La prisa, cuando se lleva en el bolso, se queda con tus recuerdos y te deja un souvenir de tienda de chinos, se lleva tu foto de la cartera y en su lugar guarda la sombra de lo que eres, reflejo de lo que podrías ser si no dejas de correr a todos lados.
La prisa convierte el camino en pasillo estrecho, el horizonte en un final triste. El mar es un plan de verano, el viento una razón para quedarse a cubierto, los viajes, destinos de folleto 2 por 1.
La prisa mata. Por eso voy a detenerme en estas palabras un tiempito. Hasta que sepa realmente qué quieren decir.