"Todo se reduce a la esperanza" Daisaku Ikeda

miércoles, marzo 14, 2012

La alegría, por Marguerite Yourcenar

Y me asombra que esas alegrías tan precarias, tan raramente perfectas a lo largo de una vida humana –bajo cualquier aspecto con que las hayamos buscado o recibido–, sean objeto de tanta desconfianza por parte de quienes se creen sabios, temen el hábito y el exceso de esas alegrías en vez de temer su falta y su pérdida, y gastan en tiranizar sus sentidos un tiempo que estaría mejor empleado en ordenar o embellecer su alma.
Memorias de Adriano, Marguerite Yourcenar

5 comentarios:

  1. Hay a quien le gusta vivir en un valle de lágrimas, María. Me consta que a ti no; y a mí tampoco.

    Un beso

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  2. Sin duda un gran libro, María. ¿Habría que releerlo o debieramos, a estas alturas, sabernos ya ciertas lecciones?.

    Gracias por recordar cosas esenciales. Un beso.

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  3. Como dice Marguerite Yourcenar, más nos valdría dedicarnos a cuidar y embellecer nuestra alma. Disfrutar de las alegrías ajenas, es multiplicar las propias.

    Qué buena reflexión, Maria, gracias por compartirla.

    Besos y un fuerte abrazo.

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  4. Llega semejante verdad como el sol a mediodía de este trópico del norte de Costa Rica.

    Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,

    Frank Ruffino

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  5. Muy oportuna tú entrada y el recuerdo de ese libro que a nadie dejó indiferente. La lastima es que nos olvidemos de todo con tanta facilidad.

    Término mi día leyendote y siento que nada es por casualidad... Gracias por el mensaje mi niña.

    Un abrazo y mi cariño

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